Escuela Grulla Blanca

La historia de nuestra escuela se debe a una preciosa leyenda china, que cuenta una metáfora con símbolos y una gran enseñanza; su final describe perfectamente el método de enseñanza de esta nuestra gran Escuela Grulla Blanca.

 

El mito de la Grulla Blanca

El viejo estaba en su pacifico jardín reflexionando, en que quizás no había nada tan hermoso en todo el mundo que pudiese compararse con la gracia de la figura y suaves movimientos de una grulla blanca que le había visitado. El ave había aparecido una mañana y parecía permanecer allí esperando algún propósito oculto.

Cada día el viejo le llevaba comida a un árbol, entonces se sentaba en la distancia y observaba al ave, contemplando su belleza. Entonces un día, cuando la grulla estaba comiendo, el follaje se abrió y salió un enorme mono blanco a través de él en busca del ave.

El corazón del viejo saltó cuando vio al mono cargar contra la delicada ave. Él estaba muy complacido de su compañía y temía por su vida. Pero para su sorpresa y regocijo, vió como la grulla con facilidad y elegancia rechazo el ataque del mono. Finalmente, como por arte de magia, el ave rodeo a su atacante destrozándole los ojos con golpes de pico, matándolo, cayendo aquél de espaldas.

 

El viejo era tan feliz que no cabía dentro de sí. Inexplicablemente el ave había ganado la batalla estando completamente desarmada. La grulla estuvo por unos momentos sobre una de sus patas, mirando al viejo como si tratara de transmitirle su oculto secreto. Entonces, graciosamente, desapareció entre lo arboles, no volviendo a verlo nunca.

Vinieron las estaciones dejando los colores del tiempo, su espectro en el follaje adornando el jardín. El tiempo también había marcado al viejo, había pasado mucho tiempo y sus huesos y músculos debían estar flojos y débiles, pero su perseverancia y meditación, más bien al contrario, le habían tornado más fuerte.

Un día que el viejo había decidido pasear por su jardín, dos ladrones que estaban escondidos tras una enorme roca irrumpieron y demandaron su dinero. Uno de los ladrones saltó hacía él tratando de cogerlo, pero el viejo saltó hacia un lado; luego, aprovechando lo que había hecho, le rodeo y golpeo los ojos de su atacante con la punta de sus dedos, su atención fue hacia una esquina de su jardín y allí se puso sobre una pierna imitando a la grulla blanca. Ambos ladrones sorprendidos por lo que había pasado, y viendo que su actitud era amenazadora, huyeron.

Por años, el viejo meditó acerca de la batalla que había tenido la grulla blanca con el mono, y sobre lo que el había aprendido, y decidió que esto debía enseñarlo. De esta manera, nació el sistema de lucha de la GRULLA BLANCA.